domingo, 10 de marzo de 2013

El candidato.




El candidato era el ideal. Perfecto, podría decirse. Tanto, que varios asesinos a sueldo habían intentado, en vano, acabar con su vida. Sin embargo, nuestro perfecto candidato cometió un error. Un gravísimo error, de esos que dejan huella y no se olvidan jamás. De algún modo, consiguió enterrarlo con una montaña de cadáveres, hábiles mentiras y grandes maletines. El mundo siguió girando y él logró su máxima aspiración; ser el presidente de los United States of the World, de forma limpia y democrática. Happy Ending.

No hay comentarios:

Publicar un comentario